domingo, 16 de abril de 2017

Obra reciente

"El gigante solitario", óleo sobre tela montada sobre madera, 166 x 84 cm. díptico, 2014

"La batalla", óleo sobre tela montada sombre madera, 104 x 84 cm, 2014
"La nave (El cielo tiene playas donde evitar la vida)", óleo sobre tela montada sobre madera, 100 x 160 cm. 2014

viernes, 17 de junio de 2011

Femenimo Santiago

Los dos Santiagos/óleo-papel-madera/123x123 cms/2002







Autorretrato de novia/temple de caseían-madera/84x124 cms/1999




Autorretrato embarazado/temple de caseína-madera/84x124 cms/1999




Autorretrato como Olympia/óleo-tela/105x143cms/1998

Fuentes míticas y legendarias

Amor seduciendo a Santiago Inocencia, Placer conduciéndole y Remordimiento siguiéndolos/
óleo-tela-madera/100x122 cms/2006




Las Tres Gracias de Santiago/óleo-encausto-tela-madera/101x126 cms/2003




Autorretrato como Lucrecia/encáustica-tela/77x128 cms/2001

(obra ganadora de la Segunda bienal de Pintura y Estampa del pacífico "Paul Gauguin" 2001)

Fuentes religiosas

Autorretrato como San Sebastián/óleo-papel-madera/84x124 cms/2001







Autorretrato como San Sebastián II/óleo-tela-madera/83x125 cms/2006




La expuslión de Santiago/óleo-tela-madera/83x125 cms/2005




El descendimiento de Santiago/óleo y encausto-tela-madera/72x101 cms/2003





La piedad de Santiago/óleo y encausto-tela-madera/100x125 cms/2005

Sereno y doloroso Santiago





Autorretrato con flecha/óleo-encausto-tela-madera/60x80 cms/2000




¿Y si el tiempo volviera?/Mixta-madera/60x80 cms/2008





La muerte de Santiago/tinta-óleo-madera/126x125 cms/2004




Autorretrato en rojo/Mixta-madera/60x100 cms/2002




Autorretrato en pubis/Encáustica-óleo-macocel/84x124 cms/1999


martes, 6 de enero de 2009

Comentarios a su obra

De la Expositio a la Confrontatio

Pocas veces la palabra "exposición", usada en torno a una muestra de pintura, resulta tan pertinente como en la obra de Santiago Bucio. No debe usarse, en este caso, de modo rutinario, sino atendiendo específicamente a su raíz latina, expositio, y a su significado profundo.

Expositio suele traducirse como "comentario" o "explicación", y así Beda el Venerable escribió un Expositio in Cantica Canticorum Salomonis ("Comentario del Cantar de los Cantares de Salomón") y el monje benedictino del siglo XIX Christian de Stavelot divulgó un Expositio in Matthaeum Evangelistam ("Explicación del Evangelio de Mateo").

Sin embargo, esa palabra también puede entenderse literalmente en sus dos sentidos: mostración ("el cuadro expuesto") y riesgo ("expuesto al peligro", "abierto a la intemperie"). La obra plástica de Santiago Bucio es, desde luego, una búsqueda del artista sobre sí mismo a través de una Expositio, una mostración de su interior lo mismo que de su exterior. Para Bucio no habría una dicotomía alma-cuerpo, sino una unidad indisoluble: examinando su cuerpo, exponiéndolo, comentándolo, explicándolo, hace lo mismo con su alma. Su "alma antigua de niño" (verso de Lorca que usa como título de una de sus pinturas) es su cuerpo antiguo de niño.

¿Cómo comenta este artista su cuerpo-alma (Expositio)? Exponiéndolo, pero en el sentido de arriesgarlo en la confrontación con fuentes míticas o legendarias (Olimpia, Las tres Gracias), religiosas (Adán y Eva, Descendimiento, Susana y los viejos) o laicas (San Sebastián, que es una figura religiosa pero usada aquí en sentido laico, en cuanto icono de las sexualidades alternativas), clásicas (Ofelia) o populares (Embarazado, De novia, De prostituta, En pasarela) y artísticas (Von Gloden). A fin de cuentas, todos estos son mitos.

Es decir que, de la Expositio, Santiago Bucio pasa directamente a la Confrontatio. Este último término latino se traduce como "conflicto", y algo de eso hay en cuanto el artista, modelo de sí mismo, se vuelve Expositus: "abierto", "accesible", "expuesto".

Y así como Bucio es riguroso consigo mismo, espera lo mismo del espectador de la obra, como si de antemano estuviera luchando contra la actitud del receptor pasivo: el pintor quiere confrontarlo, desafiarlo, moverlo a un punto de riesgo como aquel en que él se sitúa, obligarlo a aceptar un desafío similar al que el artista está asumiendo en su creación. En pocas palabras: desnudarlo (o travestirlo) tanto como lo está el artista-modelo.

La pintura de Santiago Bucio bien podría definirse como búsqueda del erótico universal (Eros en cuanto cuerpo asociado a un alma). De ahí que no resulta excesivo rastrear sus motivos esenciales en palabras relacionadas de otros idiomas. Curiosamente, en italiano confronto significa "asimilación", "colación", "comparación", "paralelo". La palabra conflittualità significa "choque", "colisión", "desacuerdo", y scontro es "encuentro" y "combate", pero también (y esto resulta esencial) "compromiso".

Y en portugués la misma confronto se entiende como "acercamiento" o "colación", mientras que confrontação y acareação son términos también muy relacionados con esta obra plástica, porque significan "poner testigos cara a cara" (lo que se expresa en español con el sustantivo “careo” y el verbo "carear").

El primer acierto en la obra de Santiago Bucio radica en que su búsqueda artística se da en el terreno del mito, en el lenguaje del arquetipo. Tanto la Expositio como la Confrontatio son acciones que demanda establecer con el espectador, precisamente porque primero se las plantea a sí mismo. No pinta por pintar, no se retrata por mero exhibicionismo. Hay un "además", un "más allá". Es como si nos dijera que genealogía es mitología y que todos somos hijos e hijas de un puñado de mitos fundamentales.

En cierto modo el "careo" significa un exponerse, pero también un investigarse en los ojos de quien mira la obra. El espectador es, así, indispensable, puesto que él o ella también se investiga en el artista-modelo al que mira. Los mitos nos unen, nos colocan cara a cara. Toda exposición debe ser recíproca para crear una confrontación, es decir, una Illuminatio, una revelación.

Daniel González Dueñas




From Expositio to Confrontatio

Rarely the word "exhibition" (or its Spanish correspondent, exposición), used with regard to a display of paintings, is as accurate as in the work of Santiago Bucio. In this case it shouldn’t be applied as a matter of routine, but by paying attention to the Latin root Expositio, and its deep meaning.

Expositio is usually translated as "commentary" or "explanation", and hence Saint Bede the Venerable wrote an Expositio in Cantica Canticorum Salomonis ("Commentary on The Song of Solomon, or Song of Songs”), and Christian de Stavelot, a 19th century Benedictine monk, composed an Expositio in Matthaeum Evangelistam ("Explanation of the Gospel of Matthew").

However, this word can be literally understood in its two meanings: showing (“to show a painting”) and risk ("exposed to danger", "placed out in the open"). The plastic art of Santiago Bucio is, by all means, a research of the artist upon himself through an Expositio, a showing of his inner self as well as his outer self. Bucio doesn’t believe in a dichotomy soul-body, but in an inseparable unity: by studying his body, by showing it, commenting it, explaining it, he does the same to his soul. The "old soul” that he had when he was an infant (a verse from Lorca’s poem that Bucio uses as title of one of his paintings) is the old body he had as a child.

In what way this artist comments his body-soul (Expositio)? By exposing it, but in the sense of risking it in the confrontation with mythical or legendary sources (Olympia, The Three Graces), religious ones (Adam and Eve, the Deposition from the Cross, Susannah and the Elders) or secular (Saint Sebastian, a religious figure referenced here through a laical sens, as a queer icon), classical (Ophelia) or popular (his self-portraits as Pregnant, Bride, Prostitute, in Runway modeling) and artistic (his homage to Von Gloden). All these, in the long run, are myths.

Therefore, from Expositio, Santiago Bucio goes directly to Confrontatio. This latter Latin word is translated as "conflict", and there is indeed a conflict as soon as the artist, model of himself, becomes Expositus: "open", "accessible", "exposed".

As far as Bucio is rigurous with himself, he expects the same in the viewer of his work, as if he were, from the very starting point, fighting against the attitude of the passive spectator — the painter wants to confront him, to challenge him, to move him to a risky place similar to that one where the artist stands. The painter needs his viewer to take the same challenge he’s taking in his creation — he wants to undress (or cross-dress) the audience as much as the artist-model.

Santiago Bucio’s painting can very well be defined as a search of the Universal Eros (understanding the Erotic as a body related to a soul). Therefore, it’s not excessive to look for his essential grounds in similar words from other languages. Curiously enough, in Italian confronto means "assimilation", "collation", "comparison", "parallel". The word conflittualità means "shock", "collision", "disagreement", and scontro is "meeting" and "combat", but also (and this is fundamental) "commitment".

And in Portuguese the same confronto is understood as "approach" or "collation", while confrontação and acareação are also terms closely related to this plastic work, as they mean “to bring witnesses face to face” (which in Spanish is expressed through the noun careo and the verb carear, from cara, “face”).

The first achievement in Santiago Bucio’s work lies in the fact that his artistic search advances within the realm of myth, within the language of archetypes. Both Expositio and Confrontatio are actions that he establishes with the viewer, because he expound them to himself in advance. He doesn’t paint for the sake of painting, he doesn’t self-portrait for mere exhibitionism. There is a “besides”, a “beyond ". It’s as if he were telling us that genealogy is mythology and that we all are sons and daughters of a handful of primeval myths.

In a certain way, the careo (the act of bringing people face to face) means an exposure, but also a self-search in the eyes of the beholder. This latter is, therefore, indispensable, as he/she’s also self-searching in the model-artist he/she’s looking at. Myths bring us together, face to face. All exhibition has to be reciprocal in order to create a confrontation, that is, an Illuminatio, a revelation.

Daniel González Dueñas

La anunciación

Hecce Homo/óleo-madera/60x70 cms/2010




"Autorretrato con cuervos"2008



"Autorretrato con moscas" 2010



"Santiago penitente" 2010